jueves, 15 de marzo de 2012

Dualismo cartesiano actual


Para concluir con el número de entradas predeterminadas para este trimestre volvamos a Descartes, concretamente a su concepción dualista del ser humano, un poco similar a la platónica.

Si prestamos atención al siguiente texto nos daremos cuenta de que aunque la concepción humana de Descartes es similar a la platónica, y por lo tanto bastante antigua, también es bastante actual:

" La tesis ontológica del dualismo afirma que en el universo existen dos tipos de sustancias radicalmente diferentes e irreductibles respecto de sus atributos esenciales: la mente (res cogitans) y la materia (res extensa). Así, los seres humanos serían el resultado de la combinación contingente y accidental de mente y cuerpo. El dualismo cartesiano en cierto sentido supone una vuelta a la concepción platónica del hombre, apartándose de la tradición aristotélica que veía al hombre como animal racional y para la cual el alma era el principio de vida y de organización del cuerpo y, por tanto, una entidad no separable de este último.”

Como podemos leer, la concepción dualista de descartes con respecto al ser humano es muy similar a la platónica, pero ¿a caso no es cierto que hoy en día, aunque con otros términos diferentes, aun seguimos buscando la forma de interacción entre cuerpo y alma (actualmente definidos como mente y cerebro)? Pues bien, aunque Descartes diera como solución que interactúan en la glándula pineal y fuera una solución errónea, fue el primero en plantearse ese “problema”, que hoy en día aun sigue activo.

En el ámbito de la psicología, que es donde se estudia esta cuestión, distinguimos dos posiciones (ninguna más cierta que otra puesto que no tenemos conclusión alguna aún), en primer lugar distinguimos aquellos que siguen buscando esa forma de interacción entre mente y cerebro puesto que las consideran dos sustancias diferentes y deben interaccionar de alguna forma, y en contraposición encontramos a aquellos que como solución proponen, bien porque realmente lo crean o bien por darle una salida a este “problema”, que el ser humano únicamente es cerebro, es decir, no existe interacción entre dos sustancias porque únicamente somos una.

Escrito por Antoni Defez i Martín
(Universitat de Girona)

¿Pensamos como Hume?


Siguiendo la línea de autores propuestos para Selectividad nos encontramos con Hume, un filósofo que tras la concepción de Descartes del conocimiento, hace una fuerte crítica a la epistemología cartesiana afirmando que la única fuente de conocimiento fiable son los sentidos, mientras que Descartes sólo acepta la razón como única fuente fiable de conocimiento.

En el texto que aparece  a continuación se puede ver con claridad la fuerte crítica que Hume hace a la epistemología cartesiana, en el que Hume niega la posibilidad de conocimiento o existencia de sustancia ya que no tenemos impresión (y por lo tanto idea) de ese conceptoy en consecuencia niega la existencia de la mente como sustancia. Por último acaba el texto con una posición típica empirista en la que afirma que no hay conocimiento más allá de la información que nos aportan los sentidos.


"La mente no es una sustancia en la que estén inherentes las percepciones. Esta noción es tan inteligible como la cartesiana según la cual el pensamiento, o percepción en general, es la esencia de la mente. No tenemos idea alguna de sustancia de ninguna clase, pues sólo tenernos idea de lo que deriva de alguna impresión, y no tenemos impresión de sustancia alguna, ya sea material o espiritual. No conocemos nada fuera de las cualidades y de las percepciones particulares."

En mi opinión, aunque un poco cerrada y escéptica, es una opinión o un punto de vista del conocimiento bastante actual, ya que un elevado porcentaje de la sociedad actual respondería a la pregunta de ¿de dónde procede el conocimiento?, con una respuesta bastante similar al empirismo humeano, responderían algo así como que el conocimiento procede de lo que vemos, oímos, tocamos... en definitiva, de los sentidos.

Si lo miramos desde el punto de vista de un estudiante probablemente pensemos que es una postura o una concepción del conocimiento bastante escéptica y limitada, sin pensar o recapacitar en que en la vida real nosotros mismos llevamos concebimos el conocimiento de la misma manera.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Descartes sigue en la actualidad


Aprovechando la reciente realización de un examen de filosofía me gustaría plantearos una de las cosas que más me llaman la atención de la filosofía, la relación, la cercanía que los autores pueden tener con respecto a nosotros, las generaciones actuales.

Me gustaría comenzar comentando o comparando un texto de René Descartes (1596-1650) el cual me llama mucho la atención:


“ Y como la multiplicación de leyes frecuentemente sirve de excusa para los vicios, de tal forma que un estado está mejor regido cuando no existen más que unas pocas leyes que son minuciosamente observadas, de la misma forma, en lugar del gran numero de preceptos del cual está compuesta la lógica, estimé que tendría suficiente con los cuatro siguientes con tal de que tomase la firme y constante resolución de no incumplir ni una sola vez su observancia.”

Este texto, el cual pertenece a la segunda parte del Discurso del Método de Descartes, me llama la atención por el simple hecho de la visión tan similar a la que actualmente tienen muchas personas (incluyéndome entre ellas) con respecto a las leyes, a la forma de gobernar, es decir, ¿de que nos sirven todo el conjunto de leyes actuales si realmente a la hora de cumplirlas tan solo se observan con minuciosidad una minoría de ellas?, ¿ de qué nos sirve tener amplios libros con leyes de comportamiento social si realmente cada persona tiene un comportamiento distinto que incumple de una forma u otra estas leyes?, pues bien, aquí es donde yo veo el interés de este texto, en la visión tan actual de Descartes sobre las leyes.

Actualmente este texto sería interpretado de tal forma que nos diésemos cuenta de que los esfuerzos empleados en realizar un conjunto tan amplio de leyes nos han resultado inservibles puesto que no se siguen ciertamente ninguna de ellas, mientras que si reformamos eso disminuyendo el número de estas poniendo únicamente las leyes más esenciales, probablemente al ser vigiladas mejor, con más facilidad tal vez, se cumplirían.

¿Qué opináis vosotros?